Alguien cercano a ti puede desarrollar algunos síntomas extraños que le causarán pánico. Nunca está de más consultar a un doctor pero cuando esta persona lo haga, él o ella seguramente descubrirá que estos problemas quizás no sean más que estrés, exceso de trabajo, de comidas o de bebidas. Por lo tanto, ¡tú tampoco entres en pánico! Es probable, sin embargo, que te encuentres haciendo llamados telefónicos o haciendo mandados para esta persona con el objetivo de que descanse.