Quién iba a imaginar que esa mañana, en el café yo iría a coincidir con el milagro de pisar el mismo espacio a la misma hora que tú, y como si esto fuera poco que tus ojos se fijaran justamente en mí. Juro por mí que solo fui por un café, pero te vi... Y cambiaste mi vida, mi ritmo, mi espacio, mi tiempo, mi historia, mis sueños y todo, y me agregaste risas, dos dudas, un par de fantasmas y este amor que te tengo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario