Hoy que no estas, el mundo se ha vestido de gris. De pena el cielo se va llorando por el jardín.
Hoy que no estas, mi cama no ha podido dormir.
Hoy que no estas, las calles son inútiles. No son el eco de tu risa.
Si no puedo verte, no quiero paisajes. Si no me acompañas, donde voy a ir. Si no podré volver jamás a acariciarte seré como una orilla sin mar.
Hoy que no estas, voy a inventarme el final: tú regresabas y no nos separábamos más.