domingo, 24 de marzo de 2013


- Sé que apenas te conozco -me confesó-. Pero por alguna razón siento que puedo confiar en ti.
- Y puedes hacerlo.
- Debería haber contestado a tu pregunta. Sé que me la hiciste sin pensarlo. Te debo una respuesta. Lo siento. Tenía miedo de que si te lo decía te negarías a verme otra vez. Y todavía lo tengo. Miedo. De que no quieras volver a verme.
.  Podía sentir el vuelco que había dado la conversación. Me devané los sesos tratando de recordar a qué pregunta se refería. Sentía que ella escrutaba mi perfil, de manera que giré la cabeza. Seguía teniendo esa costra en el labio inferior.
.  Ah, conque era eso. Se refería a esa pregunta.
Nada de lo que me digas me quitará las ganas de volver a verte.
- ¿Nada? ¿Me lo prometes?
- Bueno. a menos que te dediques a asesinar a la gente por diversión o hagas cosas por el estilo.
- Nunca he mata a nadie, no es eso -dijo María.
- En ese caso, sea lo que sea, seguiré queriendo volver a verte.
- ¿Me lo prometes?
.  Sentí que el estómago se me encogía por un instante. Porque, bien mirado, podía tratarse de algo terrible.
Te lo prometo -le dije de todas formas.

viernes, 22 de marzo de 2013

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Hay países, hay ríos, en tus ojos, mi patria está en tus ojos.

domingo, 17 de marzo de 2013

viernes, 15 de marzo de 2013

Creo que fue la sonrisa, la sonrisa fue quien abrió la puerta. 
Era una sonrisa con mucha luz dentro, y apetecía entrar en ella, quitarse la ropa, quedarse desnudo dentro de aquella sonrisa.
Correr, navegar, morir en aquella sonrisa.

Tengo una cita con Dios a las 5:50, y el diablo me espera en la esquina al diez para las seis. Tengo una cita con vos mujer de pelo largo, que eres mezcla de diablo y de Dios cuando plantas un beso.

Ríe y achina los ojos morochos más lindos que vi.
(Estoy en condiciones de afirmar que estoy completamente idiotizada con vos)
Ella es una mujer especial, como caída de otro planeta.
Ella es un laberinto que te atrapa y no te enteras. 
Ella es como un pecado mortal, que te condena poco a poco, que te vuelve loco loco.


Eras una chica más, después de cinco minutos ya eras alguien especial. Sin hablarme, sin tocarme, algo dentro se encendió, en tus ojos se hacía tarde y me olvidaba del reloj.


Bendito el lugar y el motivo de estar ahí, bendita la coincidencia. 
Bendito el reloj que nos puso puntual ahí, bendita sea tu presencia. 
Benditos ojos que me esquivaban, simulaban desdén que me ignoraban y de repente sostienes la mirada. 
Bendito Dios por encontrarnos en el camino, y de quitarme esta soledad de mi destino.

Cuando estás aquí, todo lo demás no importa, todo es ideal, ya no necesito nada más, cuando encuentro en tu mirada mi verdad.

¿Qué puedo decir? Me gustaste desde el primer momento que te vi, desde ese 15 de agosto que entraste a la una en punto al aula 214 de Independencia, sonreíste (como iba a darme cuenta un par de clases más adelante que era natural en vos entrar siempre de buen humor), te sentaste y dijiste: "Me llamo Laura, vivo en La Plata y voy a ser su profesora de Estadística durante todo el cuatrimestre. Estadística es una materia pesada, pero voy a tratar de hacer que sea llevadera". Te puedo asegurar que por lo menos para mi, se pasó rapidísimo este cuatrimestre.
Tenías el pelo largo, aunque no tan largo como ahora.



(Linda como vos sola)

Estoy completamente enamorada, en sentido figurativo obvio. Sos hermosa como mujer y como persona, siempre tan atenta, preocupándote por todos nosotros (por eso me enferma cuando en la clase te toman el pelo)
¿Y lo mejor de todo que es?, que cómo no voy a estar tan idiotizada con vos, si me haces acordar en muchas cosas a otra persona que, aunque no la vi nunca (y espero verla aunque sea una vez antes de terminar el año), me pasa algo parecido con ella. La única diferencia es que a vos te veo.

Juro por mí que sólo fui por un café, pero te vi... 
Y cambiaste mi vida, mi ritmo, mi espacio, mi tiempo, mi historia, mi sueños y todo. Y me agregaste risas, dos dudas, un duende, un par de fantasmas y este amor que te tengo.

(Salió movida. Es que no es fácil sacar fotos sin que nadie se dé cuenta. Sos hermosa y punto, no hay palabra que pueda describirte completamente. Me encanta cuando te reís, me encanta cuando te reís conmigo, me encanta que sepas que yo soy yo, y me encanta que me mandes mails sin que yo te haya mandado para preguntarte sobre algún ejercicio.
(Me encantas vos)