lunes, 9 de julio de 2012


En este último tiempo (últimos dos años) conocí muchas personas. Algunas me hubiera gustado no conocerlas, porque son de esa clase de personas que te dicen que van a estar siempre con vos (aunque se sabe que eso es prácticamente imposible), y por una confusión se olvidan de tu existencia. A veces me gustaría tener esa facilidad para olvidarme de las personas. 
A otras me hubiera gustado conocerlas un poco más, porque tenían algo que me interesaba y me llamaba mucho la atención. Pero por razones que desconozco eso no se dio. Hubo y hay personas que me gustó mucho conocer. Más allá de que con algunas ya no hablo tanto, porque me dejaron algo positivo el tiempo que estuvieron conmigo. 
Y hay otras personas, una en particular, que tengo que decir que me hubiera gustado mucho conocerla en otro momento. No quiero decir que no me gustó conocerla ahora, pero es de esas personas que con un simple gesto puede cambiar tu día, tu humor, tus pensamientos. Y es una persona que cuando la conoces te das cuenta que no quedan personas como ella, o no se encuentran fácilmente. Pero sobre todo me hubiera gustado conocerla en otro momento porque tengo ese sentimiento de que llámenlo destino, Dios o como quieran, pero que hubo algo o alguien que quería que nos crucemos. Es de esas personas que uno quiere siempre tener cerca, porque sentís que estando al lado suyo nada puede estar mal. 
En este tiempo también estoy muy contenta de poder decir que encontré el amor. En realidad no sé si yo lo encontré o si él me encontró a mí. Pero la verdad es que no es ese amor de decir "estoy enamorada", es otra especie de amor. Muy distinto del típico amor de pareja. Es ese amor que tiene un poco de admiración y un poco de obsesión (en su justa medida, sin lastimar a nadie), esa sensación de querer ver a la persona pero sólo el día que sabes que la vas a ver, y no todos los días. 
Ese tipo de amor lo empecé a sentir el año pasado en el CBC. Muchos sabrán con quién fue que ese sentimiento "nació". Fue con la misma persona con la que estuve este año. Creo que fue a la única profesora de todos los profesores que tuve desde que empecé hasta que terminé el CBC, que voy a extrañar.
Muchos me dijeron que era una obsesión, un capricho. Siempre respondía lo mismo: "Si ustedes tuvieran la oportunidad de conocerla, se darían cuenta enseguida porqué me ponía tan contenta cuando sabía que la iba a ver. Es que es de esas personas que si uno está mal, con ella te olvidas de lo que te preocupaba. Te habla y te trata tan maternalmente.


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