Debí haberlo visto venir cuando las rosas se marchitaron, debí haber visto el fin del verano en tus ojos. Debí haber escuchado cuando dijiste "buenas noches", realmente quisiste decir adiós. Cariño, no es divertido que no sepas perder. Realmente estás arrodillada, aunque creas que estás en pie. Pero sólo los tontos son unos sabihondos, y yo me hice el tonto por tí. Lloré y lloré, hubo noches en las que hubiera muerto por tí, nena. Intenté una y otra vez que tu amor no me volviese loco, cariño. Si el amor que siento por tí se está yendo... si el río que lloré por tí no era tan largo... entonces estoy equivocado, ¡sí, estoy equivocado!, esto no es una canción de amor.
Recuerdo esas noches bailando en la fiesta de disfraces, los payasos llevaban unas sonrisas que nunca se marchitaban. Tú y yo fuimos los renegados, hay cosas que nunca cambian. Eso me hizo volverme loco, porque quise lo peor para nosotros. Ahora es muy triste pensar que todo lo que teníamos no tenía precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario