Era medianoche y la luna brillaba entre la oscuridad de aquel cielo. Caminábamos entre risas y de pronto se hizo el silencio. Sabía que iba a preguntarme algo, la conocía demasiado bien.

- Dime... Si tuvieses que decir cómo te hace sentir, ¿qué dirías?

No logré comprender cómo habíamos llegado a tal punto. ¿Cómo era que habíamos derivado en ella, nuevamente? Sí... hacía un tiempo que todas mis conversaciones, con cualquier persona, tenían una extraña, inexplicable y hasta a veces ridícula, conexión con ella. No quería saber nunca porqué.

- ¿Y? ¿Cómo es que te sientes? - insistió.

Por unos segundos, me paré a pensar... ¿Cómo hacía sentirme? ¿Qué sentía realmente por ella? No estaba segura... Miles de pensamientos y situaciones relacionadas con ella me recorrieron debido al silencio de la noche. No sabía por dónde empezar... No había querido pararme a pensar en ello... Desde un principio sabía que no sería buena idea... Que era mejor actuar sin pensar en nada como había hecho durante tanto tiempo...

Una débil sonrisa marcó mi rostro... Tomé aire... Intenté articular palabra...

* Me hace sentir... bien... - Vacilé un momento y continué -. Me hace sentir... diferente, incluso cuando a veces sentirse diferente se tome como algo malo. - Su mirada era comprensiva. Me alentaba a seguir hablando -. Pero no es sólo eso. Es una sensación inexplicable, no me alcanzan las palabras, se debe sentir para entender de lo que hablo. Es como si en medio de la tormenta hubiese aparecido ella con un paraguas. Al fin pude sentirme segura. Y es genial que te llenen de esa manera, que te sientas protegida. Que después de tanto tiempo puedas mirar a los ojos a alguien y sientas tu corazón latir y esas ganas en tu interior de congelar el tiempo para que quede guardado en lo más profundo de tu memoria... En lo más profundo de tu corazón junto a ese sentimiento, esas "cosquillas" dando vueltas en tu estómago... ¿Qué decirte..? Es como si....

De repente me detuve, una sensación había congelado parte de mi. Fue entonces cuando lentamente la observé... Sus ojos estaban húmedos y una leve sonrisa recorría su rostro.

Sí... ella sabía exactamente de lo que hablaba.