Nunca, nunca en mi vida había pensado que él —tanto tiempo después — se acordase todavía. Éramos niños, vivíamos juntos y descubrimos el mundo cogidos de la mano. Yo le amé, si es que una niña puede entender del todo el significado del amor. Pero aquello había sucedido hacía mucho tiempo, en otra vida, donde la inocencia deja el corazón abierto a todo lo mejor que hay en la vida.
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