Era un jueves gris, llovía. "Pídeme un remis", decía.
En el lobby de un hotel, barato, viene de rentar su piel, un rato. Con la algarabía de deber cumplido.
Acrobacias del placer fingido, un orgasmo de alquiler con ruidos.
Pone boca en su carmín, escaso, arañando el adoquin sus pasos ¿quién tiene algo para la nariz? pregunta. ¿podría ser de utilidad mi pañuelo? Disfracé de ingenuidad mi anzuelo.
Algo para no dormir, idiota. Si me das podrias pedir mi ropa.
Dónde encuentro nieve pa'l desvelo ahora.
Creo que 100 podria ajustar, te animas? Mi depa esta al cruzar la esquina, estoy solo como tú fulana, te invito a estrenar la luz, mañana. No te quiero pa' desarreglar, la cama.
No es lo que haces con tu boca mi muñeca rota lo que solicito. Te puedes dejar la ropa mi muñeca rota, no la necesito.
No es mojar la calentura, hurgar en tu cintura, lo que ando buscando es un poco de ternura para ver si cura lo que estoy pasando. Dijo ¡si! sin sonreir... camina.
¿Dime si el sexo sin placer, te enciende? Sólo si el cliente es mujer, ¿me entiendes?
Disimulando argumente está claro, no te creas que me parece raro.
Cada quien su gusto y su pasión, le dije. ¿te podría sujetar la mano?
Dame 100 para empezar, y hablamos. Los busqué en mi pantalón, y nada, fui debajo del colchón, y estaban. Se los di como quien compra un par de alas.
Miro el buró y sin sonreir momento. Si es tu ex la del buró no hay trato, con su mano señaló el retrato ¿la conoces pregunté?, confuso. Fue por mi quien te dejó, iluso.
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